Primeras pruebas de capacidad antioxidante en el Área de Biotecnología de Cesefor
Uno de nuestros objetivos en BIOVALOR es determinar la actividad antioxidante de los aceites esenciales, extractos e hidrolatos que obtengamos a partir de las especies forestales y las plantas aromáticas autóctonas con las que trabajamos.
¿Por qué son tan importantes los antioxidantes?
Los antioxidantes son moléculas que inhiben la oxidación de un sustrato. En la industria alimentaria, se utilizan ampliamente para frenar el deterioro oxidativo, mantener la calidad de los alimentos y prolongar su vida útil. En cosmética, además, se utilizan como principio activo para, por ejemplo, luchar contra los signos del fotoenvejecimiento de la piel.
Existen antioxidantes sintéticos que se usan ampliamente a nivel industrial. Funcionan bien, son estables, fáciles de obtener y, sobre todo, son baratos, especialmente algunos como el butilhidroxianisol (BHA), butilhidroxitolueno (BHT) y galato de propilo. Sin embargo, ya hay estudios que asocian el consumo excesivo de estos químicos con determinados riesgos para la salud, por lo que en los últimos años ha crecido el interés por buscar y producir antioxidantes naturales.
Los polifenoles: antioxidantes naturales en las plantas
Los polifenoles son antioxidantes naturales capaces de inhibir procesos de oxidación y de envejecimiento celular. Se encuentran en mayor o menor concentración en casi todas las plantas e intervienen en su crecimiento y reproducción, así como en los procesos defensivos contra agentes patógenos, depredadores o radiación ultravioleta.
Existen varias familias de compuestos polifenólicos, como los ácidos benzoicos (p. eg. el ácido gálico) y los flavonoides (p.ej. las isoflavonas), y su concentración en las plantas depende no solo de la especie, sino también de la variedad y la parte del vegetal considerada (fruto, semillas, brotes, hojas), así como de otros factores muy a tener en cuenta como las horas de exposición solar, grado de madurez, las condiciones de cultivo, de procesado, condiciones de almacenamiento, etc.
Figura 1. Moléculas de ácido gálico e isoflavonas.
Cómo se evalúa el contenido fenólico total (TPC)
En Cesefor, nuestras compañeras Mar y Clara están estos días ajustando el método para evaluar el contenido fenólico total (TPC) en aceites esenciales, para lo que están trabajando ya con algunas de las especies del BIOVALOR: Thymus mastichina, Juniperus comunis, Rosmarinus officinalis y Lavandula latifolia.
Su principio consiste en la oxidación de los compuestos fenólicos presentes en la muestra por el reactivo de Folin-Ciocalteu. Este reactivo se forma a partir de una mezcla de ácido fosfotúngstico (H3PW12O40) y ácido fosfomolíbdico (H3PMo12O40), de color amarillo, que al ser reducida por los grupos fenólicos da lugar a un complejo de color azul intenso con absorción máxima a 750 nm y es proporcional a la cantidad total de compuestos fenólicos presentes en la muestra. Para poder estimar cuantitativamente los compuestos fenólicos en la muestra se utiliza el ácido gálico como estándar.
Figura 2. Muestras para la calibración del método Folin-Ciocalteu.
En los próximos meses, analizaremos la capacidad antioxidante de las especies seleccionadas en BIOVALOR cultivadas en las diferentes parcelas demostrativas y en diferentes momentos del año. Para esto utilizaremos este y otros métodos de análisis que os explicaremos en otro post.
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